domingo, 14 de junio de 2015

SABIDURÍA DIVINA







Ese árbol mítico es en realidad un lugar interno en cada 
ser 
Cualquiera de nosotros podría identificar a la mítica dragona Nidhöcc royendo con vehemencia nuestra raíz, causándonos dolor y haciéndonos crecer a la fuerza
 Cualquiera de nosotros podría ponerle nombre a las ardillas cuenteras que nos recorren a veces, o a los pájaros-sueños que nos marean con sus vuelos y gorjeos hasta causarnos vértigo



Si pensamos en la Saga de Odín, podemos escuchar su historia como un cuentito, como algo que le sucede o le sucedió a otro y que nada tiene que ver con nosotros
Otra posibilidad es relacionar esas iniciaciones con sucesos que han dejado huella en nuestra existencia

La primera iniciación de Odín aconteció en la fuente de Mimir. Este es el nombre de un gigante, guardián de la fuente de la sabiduría y de los antepasados. Mimir, como lo es la vida, es sumamente responsable de su misión. Cuando Odín se acerca a dicha fuente para beber de ella, el gigante Mimir, se lo impide. Odín insiste, pero es inútil, no lo logra. Solamente le será permitido abrevar de esa fuente, si entrega al gigante uno de sus ojos. Visto que ese es el único camino, Odín entrega a Mimir un ojo a cambio de sabiduría


 podemos pensar que al quedar con un único ojo, Odín logra la mirada de la unidad, la mirada del tercer ojo, es decir, la mirada más allá de la visión física

Estoy hablando de una mirada interna desde un lugar trascendente, con la cual podríamos, si quisiéramos, desocultar nuestra luz y también nuestra sombra. Esta posibilidad de observar en nosotros lo que está oscuro, rechazado o negado, es la semilla de una profunda transformación personal. Esos aspectos de uno mismo  que no desearíamos ver, ni nombrar, sólo pueden ser observados con el único ojo de Odín, que representa la mirada de la totalidad. Esta conciencia también implica un reconocimiento agradecido a nuestros padres, quienes nos precedieron en la encarnación y que forman parte, como antepasados, de esta fuente















No hay comentarios:

Publicar un comentario