Sin duda, hoy en día los verdaderos Guerreros hacen falta, porque son aquellos que se atreven a enfrentarse al adversario, a combatir para defender lo justo, lo verdadero y defender a los demás si hace falta. Son los que con su fuerza ayudan a materializar cambios en nuestra sociedad. Pero necesitamos verdaderos Guerreros, no huérfanos haciendo de Guerreros. Cuando eso ocurre, hacen más daño que bien
Palabras clave: competición, combatir, luchar, eliminar, ganar, triunfar, conquistar, determinación, fuerza, límites, estrategia, honor, batalla, oponentes, enemigos, definición de objetivos y metas, retirada estratégica, pasar desapercibido, recuperar fuerzas, disciplina, desarrollo de capacidades, conflicto, confrontación, gano/ganas, gano/pierdes, integridad, superioridad, autoconfianza, salvar, derrotar, tender puentes.
Temor: debilidad, impotencia, ineptitud, cobardía, a perder, a no ser el mejor, a no ser suficiente, a ser inferior
Tarea: firmeza en niveles superiores de integridad, luchar por aquello que verdaderamente lo merece; la tarea del héroe, es tender puentes, no liquidar o convertir.
Dragón: matarlo, derrotarlo o convertirlo. El enemigo más elevado del Guerrero es la ignorancia, la pobreza, la codicia, el perjuicio, etc.
El Guerrero de nuestro interior nos llama a tener valor, fuerza e integridad; la capacidad de tener metas y persistir en ellas y la habilidad para luchar cuando haga falta en defensa propia o de los demás. Demanda un alto nivel de compromiso de nuestra integridad y si es necesario, viven luchando por sus principios y valores aún cuando tenga un precio económico o social
En el nivel físico: tenemos derecho a estar vivos, incluye la autodefensa, una disposición y una capacidad para combatir en defensa propia.
En el nivel psicológico, tiene que ver con la creación de límites saludables, de modo que sepamos dónde terminamos nosotros y dónde comienzan los demás y una capacidad de asertividad.
En el nivel intelectual: nos ayuda a discriminar, a ver qué caminos, qué ideas, qué valores nos resultan más útiles y contribuyen a mejorar la vida.
En el nivel espiritual: aprendemos a diferenciar qué produce vida y qué mata o atrofia la fuerza vital en nuestro interior.
El Guerrero también nos ayuda a expresarnos y a luchar por aquello que nutre nuestra mente, nuestro corazón y nuestra alma; y a derrotar todas aquellas cosas que desgastan y vacían el espíritu humano, diciendo la verdad sobre ellas, y rehusándose a condonarlas o aceptarlas en nuestras vidas
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